Vamos a hablar del proceso perfecto del lavado del cabello, cumpliendo estos osos conseguirás un cabello más bonito, brillante y te durará limpio más tiempo.
- CEPILLADO. Desenredó el cabello antes de lavarlo es fundamental. Se exfolia el cuero cabelludo, se elimina los restos de productos y se estimula la circulación sanguínea.
- APLICACIÓN DEL CHAMPÚ. Humedecer el champú con agua tibia y no excederse en la cantidad de producto. No hay que aplicar el champú directamente sobre el cabello, sino primero en las manos para repartirlo en el cabello. Trabaja el champú solo en la raíz y deja que el resto del cabello se limpie con la espuma que va cayendo de medios a puntas.
- IMPORTANCIA DEL MASAJE. Tomate tú tiempo para masajear tú cuero cabelludo, así estimularás la circulación sanguínea del cuero cabelludo. Debe tener una duración de aproximadamente tres minutos.
- ACLARADO. Es necesario aclararlo bien, sin que quede ningún resto de champú en el cabello. Este paso bien realizado nos ayudará a tener más volumen en el cabello. Para conseguir un brillo natural no hay nada más efectivo que terminar el aclarado con un chorro de agua fría, ya que el frío cierra las cutículas del cabello y previene que el cuero cabelludo se engrase.
- HIDRATACIÓN. Aplica el acondicionador de medios a puntas y recoge el cabello en lo alto de la coronilla, ya que si dejas que el cabello con el acondicionador caiga sobre tu espalda puede tener consecuencias negativas sobre tu piel.
Y la pregunta eterna, ¿COMO SABER QUE PRODUCTO NECESITO? Aunque lo mejor es que te pongas en manos de un profesional para que te realice un diagnóstico, os dejamos un truco, abre una raya en tu cuero cabelludo y observa su color. Si es rosado, está sano. Si tiene un color opaco o grisáceo, está seco. Y si el color es amarillado, son indicios de tendencia grasa. En función del resultado podrás elegir el champú adecuado a tus necesidades.